LA CUARTILLA DE LA MESILLA: MALOS TIEMPOS PARA VAJILLERIAS
LA CUARTILLA DE LA
MESILLA: MALOS TIEMPOS PARA VAJILLERIAS
Hasta no hace mucho tiempo las tiendas de vajillas y
cristalerías eran un baluarte infaltable en el entorno de cualquier centro de
comercio en Caracas y ciudades del interior de la República; quien escribe aún
recuerda desde niño la profusión de cristalería estilo murano muy de moda hacia
los años sesenta del siglo XX pasado, en hermosas formas y contornos, hacía
predecible las delicias del coleccionismo de la época hasta las más exóticas
combinaciones y colores traslúcidos en vitrinas, cómodas, muebles, mesas de
salones, entre otras; luego las tiendas afortunadas del ramo en aquellos años
de éxitos, inundaban la estantería con cristales checoslovacos de Hungría y
bohemia y hoy provenientes de la República Checa entre otras( tiempos
anteriores al fin de la humillante cortina de hierro en la Europa de entonces)
en su diversidad de muestras de vasos, decantadores, copas, florería, jarrones
y demás exquisiteces; surgieron también cristalerías de roca, muy propias de
los casi extintos ceniceros emblemáticos para aquella sociedad donde el fumar daba
categoría y posicionamiento social de vida; danzaron entonces lámparas de
strass con lágrimas centelleantes y
exóticas, bomboneras, soperas, hieleras,
licoreras y cubetas, vasos largos y
cortos, en su lista larga de productos modelados y fundidos con arte y estilo.
Era alucinante ver en esos locales aquellas listas de bodas plenas de marcas
afamadas para armar cualquier hogar lleno de aspiraciones y crecimientos:
colores muy intensos y degradados llenos de fascinación de seguro llenaron los
incipientes buenos gustos de muchos y agradaron a los afortunados catadores
tradicionales de las buenas y útiles piezas; los acompañaban también
destellantes vajillas de cien hasta quinientas piezas completas de distintas
marcas y autores(porcelana de bavaria, Rosenthal, Noritake, Limoges, Sevres,
Caopdimonte, porcelanas chinas de primera, entre otras) sobran muchos detalles
que pueden ser leídos en internet; hoy en día son escasísimas las ofertas y
posibilidades para hacerse con alguno de esos ejemplares; muchos adversarios, enemigos
y envidiosos del éxito de los otros, entre divisas inexistentes y nuevas
necesidades de mercadeo prioritarias han marcado la decadencia del género y
desaparición de esas vitrinas y escaparates rutilantes de entonces; y también,
todas esas hermosuras que sobreviven están más que apiladas en cajas, en
absoluto silencio y olvido desde sus escondites; ya no hay licores que servir
en copas deseosas, no hay bebidas para
decantar, ni canapés para lucir y degustar, ni productos que alimentan y decoran
platos, fuentes y bandejas, ahora abandonados y vacíos; todas esas piezas
valiosas en completo luto ante las realidades que le cortan su paso; tiempos
presurosos, ávidos y ansiosos de hoy por subsistir que ya no le dan oportunidad
al placer visual y táctil de esas altísimas presencias en nuestras calidades de
vida: malos tiempos entonces. JUAN
CARLOS COLMENARES ZULETA. Caracas,22 03 2017
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