LA MEMORIA HISTORICA Y SU REEDICION EN VENEZUELA
LA MEMORIA HISTORICA Y
SU REEDICIÓN EN VENEZUELA
En la España de la primera presidencia del Sr José Luis
Rodríguez Zapatero en el año 2006, por iniciativa del PSOE y demás agrupaciones
políticas, introdujo ante las Cortes un proyecto finalmente aprobado de Ley de
la Memoria Histórica, cuyo objeto era recordar, rememorar, valga la
redundancia, los hechos acontecidos durante los años de su guerra civil entre
1936 y 1939, y todo lo sucedido durante la etapa de la postguerra y la
dictadura del General Francisco Franco Baamonde, gobernador militar en
Canarias, quien junto al denominado movimiento nacional (una combinación de fuerzas
entre falange española tradicionalista FET y las juntas de ofensiva nacional
sindicalista o JONS) se alza en armas contra la II República proclamada en el
año 1931 en un proceso que hoy día muchos historiadores dudan en calificar como
legal y hasta como legítimo, pues tuvo sus orígenes en medio de una elecciones
municipales convocadas en ese año, en una España dividida entre anarquistas
inspirados bajo las ideologías soviéticas del momento, alfonsinos, monárquicos y herederos de Miguel
Primo de Rivera y su dictadura militar de 1923 a 1930; unas elecciones que,
pese a que los partidos monárquicos obtuvieron mayor cantidad de votos, las
izquierdas no solo obtuvieron un triunfo cuestionado(un triunfo en apariencia
corporativo que es lo que ahora no se acepta y se repudia) sino que se proclama
el nacimiento de la II República el 14 de julio de 1931, sucesora de aquella
breve I República en la época del Espartero y Amadeo de Saboya y Prim de los
años 1872 y 1873, es decir, nace una República bajo un parto plebiscitario en
apariencia, siguiendo y conociendo ahora los distintos mecanismos de
participación política de los pueblos en las sociedades modernas; es allí donde llama la
atención el rememorar un ideal que se decía democrático e igualitario, pero que
muy pronto se desenmascaró y mostró su verdadero rostro totalitario y
marxista que fue el devenir histórico de
aquel tiempo republicano desde 1932 bajo la revuelta de Asturias, las masacres
de casas viejas y muchos otros sitios y paginas históricas hasta la
conformación del Frente Popular en 1936 que agrupó los partidos de izquierda(
proletarios, POUM, PSOE, PCE, ERC, CNT, FAI, entre otros anarquistas) frente a
partidos conservadores como los de Lerroux, Gil Robles, la Confederación
Española de Derechas Autónomas CEDA, entre otros). Pero ese relato sería objeto
de otro comentario nuestro, lo cierto es que, por vivencia propia, ahora en la
adultez mayor, me he preguntado el por qué no se nos instruyó en la clases de
historia universal sobre ese capítulo tan trascendental que fue la guerra civil
española y sus consecuencias para su entorno y para occidente, más ahora,
cuando la inmigración incesante que tuvimos en Venezuela desde la madre patria
en los años 40 a 60 del siglo pasado, se devuelve en sus nuevas generaciones y
no tan jóvenes , hacia esa España moderna de Felipe VI y su gobierno popular
con calidad de vida y esquemas de salud,
tal vez de los mejores de Europa; parece que no nos contaron completa la
historia que se ha querido rescatar de esas ruinas, de esas cenizas y fosas que
les obsesionan a los españoles de este siglo; parece que solo interesaba contar
un lado del relato histórico para que se ignorara, en forma deliberada ese lado
oscuro que parecía tabú: la España republicana y sus acciones en ese período de
1931 hasta la caída del gobierno en Catalunya en 1939 y su exilio parisiense y
mexicano después; parece que había un solo personaje malvado del cuento, ese
era Franco, la Iglesia y los militares convoyados en el régimen fascista de componente
falangista bajo las ligas hitlerianas; hemos leído mucho de eso, hoy más en
youtube, nacional geographics , history chanel y otras redes sociales y canales
extranjeros. Recuerdo en este momento, en mis tiempos de alumno agustiniano en
la Caracas de los años 1960 y 1970, a un profesor en bachillerato, Alberto San
Juan Ibarra QEPD y sus poderosas clases
de química, inolvidables, de esa suerte de profesores que ya no abundan, y nos
llamaba tanto la atención su hostilidad hacia todo lo que fuera gringo. Hoy diríamos
que sería tal vez un marxista irredento o algún rojo antifranquista de los
muchos que caminaban en ese entonces por América Latina y resto del
mundo(también vivieron su diáspora como los venezolanos en el
chavismo-madurismo de ahora), sin embargo la razón era otra, y es que en
algunas conversaciones que dejaba colar entre sus peculiares sesiones de clase,
era que los EEUU formaron parte de las llamadas brigadas internacionales que
auspiciaron a esa II República, aquella devenida a partir de 1934 como una
república seguidora del comunismo soviético, hasta combatida incluso por
partidos como el Partido Obrero de Unificación Marxista POUM por ser contrario
a las políticas del dictador Stalin, bajo la conducción de su máximo líder Andreu Nin; resulta tímido decir “auspició”
el sistema republicano sobre la base de la democracia que según propugnaban
todos los presidentes republicanos que hubo en ese período histórico desde
Alcalá Zamora, Prieto, Negrín , Largo Caballero, Casares Quiroga, entre otros; se trató, según
el relato del profesor San Juan, que los EEEUU actuaron en forma decidida en la
escala represiva que tuvo lugar en esos terribles años de guerra en favor del bando republicano, esto muestra entonces
un lado histórico que no se quería divulgar, que por algún interés remoto no
interesaba que se conociese ese lado de la versión. Existe desde luego un lado
anti republicano poco leído pero de muchísima presencia y que, necesariamente
tenía que entrar en el marco de esa memoria histórica para así, hacer ese rescate
justo y equilibrado para todas las víctimas y sus sucesores en esa España
destruida de entonces; autores como el profesor Pio Moa, conspicuo crítico de
la II República en dos de las fuentes bibliográficas a las que hemos podido
acceder, una de ellas a través de los medios digitales como videos de youtube
donde comentaba su libro titulado: De como el frente popular acabó con la II
República y el libro en físico editado titulado El derrumbamiento de la II
República y la Guerra Civil, allí nos muestra los rasgos y acciones del poco o
muy poco democrático sistema republicano de esos años; podemos evidenciarlo en
las leyes de esa república que fueron aprobadas por esas Cortes: leyes de
secularización con claros tintes de persecución, leyes de colectivización, con
claros tintes de expropiaciones masivas, para nada de reformas agrarias,
persecuciones sistemáticas contra todo aquel que no participara de los ideales
socialistas comunistas, hasta capítulos siniestros como la adopción de los
sistemas represivos de la Rusia Estalinista como las checas, centros de
detención y torturas aplicadas a los entonces “disidentes del régimen
republicano”; también hay referentes importantes como el profesor César Vidal y
su obra Las Checas del Terror y quizá la obra de interés cultural y nacional
para España, escrita por el sacerdote Antonio Montero Moreno: Historia de la
Persecución Religiosa en España 1936 1939, edición de los años 60 del siglo XX,
que puede bajarse en internet sin restricciones; la escala de destrucción a la
iglesia, a sus obras, templos, monumentos
y personajes, en una frenética búsqueda de eliminar todo rastro de creencias,
pues era uno de sus postulados políticos el de configurar el laicismo, el ateísmo
y la autosuficiencia del “nuevo ciudadano” libre de las cadenas de sumisión,
siendo uno de esos eslabones, la iglesia católica, para dejar de lado las “supersticiones
dominantes”, si de totalitarismo y
pensamiento único y alienante se trata, no hay mayor prueba de ello de parte de
esa República proponente que se suponía, era proclive a la defensa de la
igualdad de derechos civiles de los ciudadanos que, en su razonamiento político
querían separarse para siempre de su condición de súbditos de un imperio en
decadencia. Asimismo, siempre nos preguntamos ¿cuál sería entonces el legado
efectivo de esa II República? Qué puede exhibirse como producto de ésta a la sociedad española actual para bien o para mal? Parece que ha quedado
entonces en el subconsciente colectivo como recuerdo remoto de un ADN, como se
conoce en la terminología actual; la sociedad española y los deudos de esos
tiempos han enfilado exclusivamente el levantamiento de la memoria histórica con
la apertura de las fosas del franquismo, del retiro y desmantelamiento de los
monumentos del franquismo (estatuas ecuestres y bustos del caudillo y hasta los
sitios de descanso eterno como el valle de los caídos), cambio de calles,
nombres de ciudades, esquinas nuevas, sillas y mesas impregnadas de destape, de
libertinaje más allá de la libertad, poco se sabe o se conversa y se relata de
los crímenes cometidos durante la II República y en la guerra civil, en sus
respectivas zonas, luego del fallido golpe de Estado del año 1936. La memoria
histórica no sólo debe ser el remover tierras en búsquedas de dolorosas
remembranzas y lágrimas derramadas, debe ser el reconocimiento de las
violaciones masivas de los derechos humanos y de la universalidad de los
mismos, que permita su tutela más allá de las fronteras, debe establecer
mecanismos legales que permitan a los afectados restaurar, al menos en este
plano jurídico,-dejando las deudas morales a cargo de la responsabilidad que
les significó a los sobrevivientes el
seguir viviendo- la magnitud de la pérdida sufrida y los necesarios
resarcimientos; no debe convertirse la memoria histórica en un instrumento de venganzas y retaliaciones de
todo tipo, sino en una suerte de abanico
de soluciones y posibilidades abiertas para que las próximas generaciones, más
que advertidas, estén conscientes en forma suficiente del sentido y alcance
como sociedad civil de la protección nacional e internacional de los intereses
colectivos y generales y de la lucha contra la corrupción como delito contra los derechos
humanos ,sin menoscabo de los intereses particulares que corresponde a cada
quien por el hecho de ser persona. Estos comentarios son de plena aplicación al
caso venezolano, Venezuela sin duda, deberá escribir su propia memoria
histórica pero en un escenario propicio de reconocimiento y respeto a las
instituciones de la democracia, del estado de derecho, y de la responsabilidad que
deberán asumir siempre los actores políticos y sus horizontes deberán exceder a
las comisiones de la verdad, de factura
oficialista, revestidas de comités de salvación pública de los tiempos
revolucionarios franceses con muy poca
objetividad e imparcialidad a la hora de determinar la culpabilidad en esas
agresiones a la humanidad que jamás prescribirán.
Es necesario rememorar a los héroes caídos, a las víctimas
numerosas, a los ofendidos, heridos, reprimidos, detenidos, presos políticos,
saqueados, destruidos, difamados e injuriados, a los náufragos de la política
mal ejercida, a los humillados por una bolsa de comida, a los despreciados y
segregados por listas infames, a los que han emigrado, huido o escapado de las
persecuciones sistemáticas desde los centros del poder corrompido; estos son puntos obviamente primordiales que
deberán ser parte de la agenda del recuento, en definitiva ¡a no olvidar el
pasado¡ aun cuando el pasado ya se marche al final; el gobierno venezolano en
estos atribulados tiempos y la sociedad civil están a tiempo de, sino parar, al
menos aminorar el puño de castigo de la justicia ante las campanadas del reloj
de los sucesos políticos que suena frenéticamente sobre las objeciones de conciencias y sobre las vidas de
las personas.
JUAN CARLOS COLMENARES
ZULETA
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