ANECDOTARIO DE LOS CUARENTA AÑOS DE GRADUADO 1981 2021
LA ÚLTIMA PLACA EN EL INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS
TRIBUTARIOS ISET
1995 fue un año para mi muy movido, no
solo en el plano profesional sino en el plano personal por haber vivido muchas y
graves enfermedades en el entorno familiar siendo afectados mi hermana y mi
padre, incluso concluyendo dicho año con
la muerte de mi padre. En ese año 1995, en los cursos de postgrado que dictaba
en la Universidad José María Vargas de entonces, figuraban entre los
participantes tres (3) Licenciados en Ciencias Fiscales de la ENAHP IUT,
ampliamente conocidos en el círculo de especialistas en la materia tributaria;
dos de ellos eran directivos del Instituto Superior de Estudios Tributarios
ISET, fundado ese mismo año, ubicado hacia el sector de El Recreo de la ciudad
de Caracas, ahora Distrito Capital; iniciaba con fuerza todo lo que fuera TRIBUTARIO
en Venezuela, con el SENIAT de reciente creación en ese año y con las grandes
expectativas que despertaban en el mundo profesional, laboral y entre los
contribuyentes. Se ofrecían diferentes cursos y materias de las más variadas,
desde diplomados, cursos, especializaciones y demás similares. Recuerdo que a
finales de ese año, uno de esos alumnos míos me contactó para invitarme a
formar parte del personal de instructores de su instituto, vacilé un poco
debido a tantos problemas personales por la salud de mis familiares, sin
embargo acepté y comencé a dictar uno de los cursos en el horario nocturno
abiertos por la institución; gratísima experiencia, grupos ávidos de
conocimientos, generaciones que se levantaban en el conocimiento teórico y
pragmático de las disciplinas de derecho tributario venezolano. Finalizó 1995,
y aun procesando el luto, nuevamente la muerte nos visitó en el mes de Febrero
de 1996 para llevarse a mi hermana, días duros esos, recuerdo que ese mes de
Febrero en esas fechas, continuaba dictando clases en el ISET, y precisamente,
en esos primeros días de febrero 1996, con la llegada de SS El PAPA SAN JUAN PABLO II, hubo suspensión de
actividades por esos días, días de muchas lágrimas y tristezas en el corazón.
Prosiguieron los años, dedicaba ya varias horas semanales en la instrucción en
el instituto, el SENIAT cumplía ya dos años de funcionamiento y así, poco a
poco fueron desfilando ante mí varias generaciones de administradores,
economistas, contadores, abogados, licenciados en ciencias fiscales, y
diferentes profesionales en busca de conocimientos tributarios, esa institución
estaba excelentemente posicionada en el mercado del adiestramiento en aquellas
fechas, con aun escasa competencia; se trataban los temas de la época como el
impuesto al consumo suntuario y ventas al mayor, las parafiscales, el código
tributario, el impuesto sobre la renta y sus reformas, los principios de los
tributos, entre otros. Formó parte de mi rutina semanal las sesiones de clases
intensas en el ISET, muchas amistades, contactos, contrataciones profesionales
y demás prebendas a las que accedía de manera honesta y legal ante todo, pleno
del efecto multiplicador como siempre he tenido en valoración al mundo
académico. Llegó el año 1998, malos augurios políticos se cernían sobre
Venezuela, y es entonces cuando el amigo directivo resuelve cerrar la
institución que con tanto éxito mantuvo presente en el marco tributario,
razones personales’ nunca supe ni pregunté, cuestión de prudencia y discreción
ante todo. En el mes de octubre de 1998 transcurría la última cohorte de la
Especialización, me correspondía dictarles el impuesto sobre la renta y las
retenciones en sus aspectos teóricos y prácticos; cerraba el curso un día
lunes, exactamente el lunes 19 sobre las 800pm, luego de finalizar el curso y
dar las palabras de despedida, una de las participantes alzó la mano a
preguntar, y me señaló que habían quedado un poco fallos en algunos temas, me
señalaron algunas preguntas para que hiciera hincapié en las respuestas, un
poco perplejo ante la situación no comprendía tales objeciones, tomé nota de lo
preguntado, y la alumna me señaló que mientras pensaba las respuestas…. me
entregaban una caja con una placa de recuerdo del Curso No 98 de
Especialización en Impuestos que aún exhibo en mi oficina; en dicha placa puede leerse: EN RECONOCIMIENTO
A SU LABOR PEDAGÓGICA Y QUIEN NOS FORJÓ EN FORMA TESONERA Y FECUNDA LEGÁNDONOS
CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS, FUNDAMENTOS DE NUESTRO FUTURO PROFESIONAL.
ESPERAMOS QUE MAÑANA NOS ENCONTREMOS Y SIGA BRILLANDO EL SOL DE LA AMISTAD, EL
CARIÑO Y EL RESPETO. Caracas, 19 Octubre 1998.
Transcribí su texto perturbándola de su puesto y descanso en la pared
junto a otras igualmente valiosas, conmemorativas
y llenas de historias; en particular siempre recordaré este hermoso
detalle pues fui el único profesor de la institución a quien se le otorgó este
reconocimiento. Cerré pues esta otra etapa profesional con el cierre del
instituto; vendrían otros en los siguientes años, mucha y variada competencia en
el nuevo
siglo que daba sus primeros toques de amaneceres, contaba apenas con
cuarenta años, allí sí era y me sentía joven aun.
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